“Compromiso” es una palabra muy difícil de encontrar en la gran mayoría de los músicos actuales que optan por hacer música de singles -usualmente en colaboración- en vez de comprometerse con un álbum completo. Por eso resulta una verdadera lección de coraje encontrar en pleno 2020, un terrible año para el mundo y en especial, la industria del entretenimiento, una importante lista de álbumes originales de artistas que superan los sesenta años y setenta años.
Por mencionar algunos, aquí se encuentra Paul McCartney III, Bruce Springsteen (Letter to you), Deep Purple (Whoosh), Ozzy Osbourne (Ordinary Man), Accept (Too mean to die), Bon Jovi (2020), AC/DC (Power Up), Iron Maiden (Nights of the Dead) y Whitesnake (Flesh and Blood), entre otros más. ¿Qué significa esto? En realidad, muchas cosas que podrían no comprenderse a primera vista.
La calidad de una sociedad depende del compromiso de los ídolos que sigue. Cuando escribo esta frase pienso mucho en el libro del escocés Thomas Carlyle y sus seis categorías de héroes, el dios, el profeta, el poeta, el sacerdote, el hombre de letras y el rey. Sin lugar a dudas, los músicos actuales estarían en la del poeta.
Cuando un hombre de mediana edad escucha la noticia que -por ejemplo-, Bruce Springsteen continúa produciendo elepés completos, en realidad, está recibiendo un mensaje más profundo aún: compromiso con las metas, vigencia en el tiempo y fuerza de trabajo. Por supuesto, estamos hablando de artistas con una trayectoria superior a los cuarenta años y que, al margen de los fracasos comerciales que supondría la pandemia, todavía siguen apostándole a sumar una pieza más dentro de su discografía personal.
En realidad, es un lamentable retroceso dentro de la historia de la música y la cultura en general. Antes de los Beatles el negocio de la música y la radio funcionaba como singles y el álbum era un simple vehículo comercial con canciones de relleno.
Por eso discos como Rubber Soul, Revolver o Sgt Pepper fueron tan significativos culturalmente: eran álbumes completos que definían a un artista por completo. De hecho, desde esa década en adelante, el álbum sería la medida creativa -y no el single-, impulsando a dos o tres generaciones de músicos a dar lo mejor de sí para producir piezas como ¿Are you experienced? (Hendrix), Tommy (The Who), Rolling Stones (Sticky fingers), The Dark Side of the Moon (Pink Floyd), British Steel (Judas Priest), The Number of the Beast (Iron Maiden), Thriller (Michael Jackson), Nevermind (Nirvana) y así hasta llegar al declive de nuestro tiempo actual.
Volviendo a la tesis de Thomas Carlyle e incluso, a la del ocaso de los dioses de Federico Nietzche, encontramos aquí la importancia de exigir y demandar compromiso y constancia a nuestros ídolos, sin importar el género en que se encuentren.
Por eso, desempaco con genuino agradecimiento los nuevos elepés del rock clásico y del metal, porque son para mí una lección de vida.
Como cantaba Ronnie James Dio con Rainbow, ¡long live rock n’roll!
Marzo 2021
ENSAYO
The Walking Dead: 10 Años Después
¿Por qué nos atraen tanto los muertos vivientes?
Por Luis Alberto Suescún
Marzo 29, 2020